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Una de las calles que llevan a la Biblioteca se llama desde hoy Luis Muriel en recuerdo al entrañable bibliotecario accitano

Numerosos vecinos, autoridades y familiares han participado este sábado en el acto de descubrimiento de la placa que desde hoy da el nombre de Luis Muriel a una de las calles por las que pasaba a diario el entrañable bibliotecario para acceder a la Biblioteca y desarrollar con profesionalidad y cercanía su labor al frente de la misma. Una labor que siempre fue más allá de lo meramente profesional y que estuvo presente en numerosas actividades culturales, benéficas e incluso como impulsor del ajedrez entre los más pequeños.

Así lo ha destacado la alcaldesa accitana, Inmaculada Olea Laguna, quien ha recordado que era frecuente ver pasar a Luis por esta calle con algún libro o carpeta bajo el brazo, pararse a charlar con los muchos vecinos y vecinas que lo apreciaban sinceramente. “Sin duda la noticia de su repentino fallecimiento el 28 de febrero de 2015 nos heló a todos un pedacito de nuestro corazón”, ha reconocido. Con este acto se da además cumplimiento a un sentir ciudadano y al acuerdo plenario adoptado en el pleno de mayo de este año.

Así lo ha destacado José María Molas, quien ha recordado el gran movimiento vecinal que surgió a los pocos días del fallecimiento de Luis Muriel solicitando este reconocimiento a “este bibliotecario ejemplar, dinamizador de la cultura y una referencia positiva para nuestra ciudad”. En este sentido se ha pronunciado también Miguel Ángel Contreras, quien ha querido dejar claro que el de hoy no ha sido un reconocimiento privado, sino un acto de justo reconocimiento “a una figura intelectual que, desde el ámbito público, ha aportado mucho a Guadix, siempre con una gran capacidad de diálogo”.

La placa, que además del nombre incluye un dibujo del artista accitano José Amezcua, recuerda a este trabajador municipal al frente de la Biblioteca Pública accitana durante tres décadas. Luis Muriel era muy conocido y querido por diferentes generaciones accitanas que han pasado durante esos años por la biblioteca, y también por quienes lo conocían por su implicación en numerosas actividades culturales, benéficas e incluso como impulsor del ajedrez entre los más pequeños.

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